Entre vuelos de palomasy repicar campanillas,la más grande maravillapor el Salón ya se asoma. Publicidad
Jesús llena este momentocon su estandarte de Gloria:su Muerte se hizo Victoriay acabó su sufrimiento.Su mano -¡pura elegancia!-que nos bendice en la calle,es la misma que en el Vallederrama sus abundancias,la que sanó a los enfermos,la que bendijo los panesy la que nos hace iguales,pues se ha muerto para todoseste Cristo que en mí existe,que por todos se resistey se queda entre nosotros.¡Que vuelen ya las palomascon sus vuelos de alas blancas!,¡que repiquen las campanascon esos toques de gloria!...¡La Muerte pasó a la historia!Ya ha pasado la porfíade la sangre y el sayón,ya se ha vuelto mi buen Diospor la Senda de la Viday vivimos la Alegríade esta joven primavera;ya corren por las acerasalegres chiquilleríasy hacen recia vigueríalas hermanas costalerasy, pues Jesús me lo fíaresucitando a mi vera,ya es posible, cuando muera,renacer con cada día.(“Las Voces de mis Cristos”)